ANTONIN ARTAUD: A 60 años de la muerte del poeta más intenso del siglo XX

NOTA: Este artículo fue escrito en los primeros días de Marzo, cuando se cumplían 60 años de la muerte de Antonin Artaud. La intención era publicarla en LAS HABLADURÍAS DEL MUNDO, la versión impresa. Pero tal versión, por razones económicas, nunca se llegó a concretar. En su lugar, en estos días de Mayo decidimos armar esta revista virtual. Para que esa nota no quede en el olvido, la publicamos aquí.

“...de seguir convirtiéndome en ese hechizado eterno etc, etc.” Eso fue lo último que escribió, en medio de su agonía causada por un Cáncer. El 4 de marzo de 1948, murió una de las mentes mas intensas de la poesía: Antonin Artaud. Un hombre lleno de odio por la sociedad (“Una sociedad que trata a los genios como locos”), cuyas palabras son el retrato mismo del dolor. Y del dolor más hermoso y profundo.

Perseguido y acusado de enfermo mental toda su vida, participe del movimiento surrealista, y expulsado del mismo por estar en desacuerdo con Breton en cuanto a la relación de política y arte (Breton, al unirse al partido comunista en 1927, exigió que todo miembro del grupo surrealista debía unirse también).

Actor y escritor vanguardista, Artaud sobresale entre todos los poetas por poseer un lenguaje novedoso e insuperable, que surge de su idea de impedir “la obstinación del espíritu, que pretende pensar en dimensiones y en espacios y afirmarse en algunos estados arbitrarios de las cosas para pensar; en pensar en segmentos, en cristaloides, y que cada modo de ser quede solidificado en un comienzo, en que el pensamiento no esté en comunicación apremiante y continua con las cosas, sino que esa fijación y ese hielo, esa suerte de puesta en monumento del alma, se produzca, por así decirlo, ANTES DEL PENSAMIENTO. Evidentemente, esa es la buena condición para crear.”(El Pesa Nervios, 1927).

Esos conceptos sirvieron de influencia para muchos poetas posteriores (Alejandra Pizarnik, Luís Alberto Spinetta, entre otros) y son meramente la raíz de sus ideas. En gran parte de su obra, Artaud se empeña en dejar en claro que ni sus palabras ni su persona surgen de lo conocido, sino de una génesis interna de su mente, despojada de todo preconcepto. No para fundar una nueva disciplina poética, sino para SER. Para formar en cada individuo su propia alma, pariéndola con la esencia misma de la existencia. O por lo menos esa fue su búsqueda.

Fue así que también escribió un manifiesto en que da instrucciones para el teatro, para gestar un teatro puro, intangible y vital. “El teatro y su doble” es el nombre del manifiesto, y allí plantea que un buen actor es aquel que viva realmente el teatro, y que siente en lo más profundo de su sangre cada instante de la obra. Que actor no es aquel que personifica, sino aquel que siente; que si personaje muere, muere con su personaje.

Tal manifiesto es la base de sus obras teatrales, y solo ha sido retomado por muy pocos autores. Es un concepto tan complejo que es difícil de aplicar.

Y difícil de sostener. Tal como la vida de Artaud.

Adicto al opio, pasó muchos años viviendo con la tribu Tarahumara en México, y aprendiendo de los chamanes sus concepciones sobre el tarot, astrología y demás técnicas milenarias. Así paso sus últimos días, antes de ser nuevamente recluido en un sanatorio.

Sus libros son muy difíciles de conseguir, e igual de difícil es leerlos. Por lo que talvez nunca se le haga justicia a su obra, sus libros no se reediten, ni sus obras de teatro sean puestas en escena. Talvez los genios sean considerados locos hasta el fin de la humanidad.

Sebastián Lino

Aquí, con la sola intención de difundir a este magnifico poeta, ponemos a tu disposición, para que descargues y leas, tres de sus libros: Carta a los poderes (una compilación de cartas escritas durante sus días dentro del Movimiento Surrealista), Van Gogh, El suicidado por la sociedad (Escrito sobre la obra y vida del famoso pintor) y Para acabar con el juicio de Dios (guión para un programa de radio, que finalmente fue censurado)